Podemos ser llamados a la obra, somos necesarios en estos últimos días, no importa nuestra posición.
- Shelter
- 10 abr 2021
- 3 Min. de lectura
El Señor no espera que seamos perfectos en entendimiento sobre su evangelio para que podamos ayudar en su obra, y es que desde que obtenemos un testimonio, justo en ese instante nos volvemos sus testigos y no podemos negar aquello que tan claramente se nos a revelado.
Se que hay ocasiones en que podemos sentirnos algo nuevos o incapaces y que el miedo nos juege en contra sin embargo cuando hay disposición Él nos llama y prepara.
Algunas ocasiones esto vendrá por medio de un llamamiento específico, algunas otras seremos sólo nosotros testificando al mundo que Dios existe. Y por supuesto que habrá oposición pero el Señor nos recuerda que no debemos temer porque Él que es inicio y fin, luz de este mundo, estará con nosotros paso a paso y a medida que pidamos con fe, tengamos disposición y trabajemos, jamás nos abandonará, al contrario seremos bendecidos en momentos difíciles tanto personales como familiares y hasta temporales.
El poder de la fe aumenta a medida que se desarrolla y esto sólo sucede al paso de los días junto con las difíciles circunstancias que podemos llegar a experimentar de manera personal.
Y si bien a veces los resultados algunas ocasiones no son tan evidentes o tan rápidos para nosotros, recordemos que el Señor jamás actúa sin un buen motivo, pueden ir desde ayudarnos a desarrollar un talento tal como paciencia u obediencia hasta sembrar semillas en un corazón que hasta no pasar el suficiente tiempo florecerá.
En muchas ocasiones de manera personal el actuar acorde a lo que Mi Padre pide resulta ser complicado ya que me es difícil visualizar el resultado final debido a mí visión y entendimiento cortos de alcance y es que en ocasiones mi esfuerzo parace no ser suficiente o mis acciones coherentes pero al pasar el tiempo comprendo todo el bien que haber obedecido trajo a mi vida, y es que si bien no nos gustan las adversidades por que las vemos inmediatamente como sufrimiento? Por que no cambiar nuestra primera reacción ante ellas. En lugar de considerarlas algo como una carga pesada acaso no sería más fácil si nos diéramos la oportunidad de verlas como progreso.
Tal como un momento en el que estamos listos para crecer y pulirnos, como si fuese nuestro momento para subir un escalón más y ser más semejantes a Jesucristo.
Sin duda alguna nuestra vida se edifica al ayudar a los demás y nosotros nos refinamos a medida que nos dejamos guiar por el Señor, sin importar incluso nuestra perspectiva de ese momento o de nosotros mismos, el sabe de nuestras capacidades y ve los deseos de nuestro corazón, nos llama a su obra de una manera tan amorosa que nos recuerda lo importante que somos cada uno a nuestra manera para ayudar a edificar su obra, nos recuerda que el tiempo está cerca y que a pesar de saber que las cosas se pondrán un poco más complicadas el estará a nuestro lado y nos colmará de bendiciones hasta que sobreabunde en todo aquello que necesitamos.
¿Entonces por que pues habríamos de tener miedo?
Esta puede ser nuestra oportunidad para recordar que si bien es importante seguirnos preparando en todo aspecto, Él jamás nos excluirá de su plan, pues el desea que nosotros nos dejemos moldear a su manera y que podamos notar de lo maravillosos en lo que podemos convertirnos por medio de él y de lo grande que podemos llegar a aportar en esta gran etapa de su Plan de Felicidad.
Comments