La roca de nuestro redentor.
- Shelter
- 23 ago 2020
- 5 Min. de lectura
La vida de cada ser humano se conforma de buenos y malos momentos, todos en alguna ocasión nos hemos sentido en la cima, peo también hemos caído de ella, sin duda es la única forma en la cual podremos obtener un progreso, es como llegan las lecciones más importantes de nuestras vidas.
Cuando nos hemos encontrado perdidos, muchas veces nos gustaría poder recibir un rayo de esperanza, la mano de un amigo para poder levantarnos y sostenernos, y todos tenemos alguien que esta a nuestro lado y es Jesucristo, Nuestro Salvador, pero ¿Qué pasa cuando nos encontramos en la cima? ¿Somos ese socorro que otros necesitan, la luz que necesitan de esperanza?
Muchas veces cuando sentimos que ya no necesitamos ayuda, que hemos logrado nuestras metas, que estamos prosperando y recibimos todo aquello que deseamos o mucho más llegamos a olvidar de donde proviene todo esto, nos llenamos de orgullo y dejamos que esto domine cada una de nuestras acciones, buscamos mucho más el reconocimiento del mundo que la gloria de Dios, perdiendo cual realmente es nuestra meta sobre esta tierra.
Cada una de las cosas que obtenemos son parte del Plan que Dios tiene para cada uno de nosotros, son claro producto de nuestro esfuerzo pero también producto de las bondadosas misericordias de un Padre Celestial que nos ama, no debemos olvidar de donde venimos y hacia donde vamos ya que como bien vemos en los relatos entre los Lamanitas y los Nefitas, siempre que lograban una prosperidad se olvidaban del Señor su Dios y esto los llevaba a perder todo aquello que con mucho esfuerzo habrán logrado, llegaron a perderse por completo y junto con ello abandonaron su exaltación.
¿Alguna vez han sentido que algo terrenal vale más la pena que la exaltación? Hoy estoy completamente segura que nada vale más que estar en la presencia del Padre, nada terrenal puede darnos la completa felicidad ni la vida eterna, cada una de nuestras acciones, cada una de nuestras decisiones debe estar enfocada en recordar a Dios y Jesucristo y el plan que tiene para cada uno de sus hijos, y si estamos en este mundo es para fortalecernos y poder llegar juntos a su presencia, no para ver que tenemos o podemos tener más que los demás.
¿De qué modo él entregar nuestro corazón nos ayuda a santificarnos?
A veces las situaciones que enfrentamos día con día atentan contra nuestros principios pero permanecer fuertes a esos principios y mucho más a nuestros convenios “hacer lo Justo por más que nos cueste “.... es difícil permanecer firmes! Pero tenemos la promesa del Señor que nos bendecirá y nos hará prosperar si guardamos sus mandamientos.
Cuando entramos en la senda del evangelio creemos que. Todo será miel sobre hojuelas y muchas veces tenemos muchas más pruebas que antes, en mi Experiencia personal fue así, tuve más momentos desafiantes que probaban mi fe ... les digo no se desanimen ,esperen con paciencia las bendiciones. Si permanecemos firmes y dejemos aún lado el orgullo, porque el orgullo es lo que nos frena a para seguir progresando.
Mormón se preocupó por señalar que el orgullo no forma parte de la Iglesia del Señor, pero por causa de la suma riqueza, este mal empezó a introducirse en el corazón de algunos de los miembros de la Iglesia , lo cual tuvo un efecto nocivo en toda la Iglesia. El presidente Ezra Taft Benson expresó ideas parecidas:“Piensen en lo que nos ha costado el orgullo en el pasado y en el precio que ahora pagamos por él nosotros mismos, nuestra familia y la Iglesia.
Piensen en el arrepentimiento que existiría con vidas cambiadas, matrimonios preservados y hogares fortalecidos si el orgullo no nos impidiera confesar nuestros pecados y abandonarlos (véase D. y C. 58:43). Santificarnos es un proceso que puede tardar toda una vida pero requiere nuestro esfuerzo constante , el cumplir con nuestros convenios nos da la disposicion a hacer lo bueno continuamente .
En algunas ocasiones en mi vida debido a todo lo que realizo y las pruebas que estoy viviendo hay ocasiones en las que siento que Nuestro Padre Celestial esta tan ocupado que se ah olvidado de mí, y justo en ese momento recuerdo mis experiencias, en las que me eh sentido así.
Recuerdo que nunca me ha dejado sola y aunque a veces es difícil creerlo tengo fe en que esta vez será igual, algo que me ayudó mucho es que en esta conferencia se nos dio un discurso en el que nos comentan que nuestras experiencias espirituales son piedras preciosas tal como las piedras del Hno. de Jared que podemos guardar en nuestros bolsillos y recurrir a ellas en nuestros momentos de necesidad y oscuridad.
Justo se nos hace la invitación a realizar un diario con las experiencias espirituales que han marcado nuestra vida, y justo cuando lo realizaba me di cuenta de todo lo que había superado, recordé mi situación, como me sentía en ese justo momento, lo difícil que era para mi tener fe o si quiera tener esperanza en que las cosas mejorarían pronto. Hoy en día concientizo respecto a lo aprendido y de qué forma es que esa lección me ayudó a mejorar algo en mi, note que el Padre siempre estuvo apoyándome y brindándome de su guía hacia un mejor destino y que aun que para mi todo era muy oscuro siempre hubo un rayo de luz presente en todas mis adversidades.
Y a veces así nos sucede, estamos tan concentrados en encontrar una respuesta que olvidamos que ya hemos olvidado que tenemos al alcance la ayuda de Nuestro Padre Celestial pues esta a una oración de distancia. En esta semana se nos habla del ciclo del orgullo, de lo pronto que somos en olvidar lo bueno que nos ha sucedido y que es porque hemos sido obedientes, caemos en esta parte del orgullo hasta creer que lo hemos obtenido es por esfuerzo propio y eso es lo peligroso, por que nos confiamos;en ese momento justo llegara una adversidad para recordarnos cuan dependientes debemos ser de Nuestro Padre Celestial, sin embargo un punto a resaltar durante esta semana es el poder recordar nuestras experiencias difíciles, como es que fuimos humildes y nos dejamos guiar para al final salir triunfantes de aquella situación que parecía que no tendría fin.
Se sin duda que el Padre se encuentra presente diariamente en nuestras vidas y que a pesar de todo lo que pueda estar sucediendo, siempre podremos adquirir mayor fe al recordar nuestras experiencias espirituales y sobre todo en cada cosa que nos rodea en nuestra vida, sigamos el consejo que nos dice que no perdamos nuestra capacidad de asombro por las cosas pequeñas y diarias de la vida, pues jamás sabremos cuando será la última vez que gocemos de ello.
Yorumlar