El domingo llegará
- Shelter
- 28 jul 2020
- 2 Min. de lectura

Pase por una etapa muy difícil en mi vida, en la cual me costaba mucho levantarme de la cama, donde simplemente no quería despertar, y esa era una constante mayor los fines de semana.
Con la pandemia y el no poder asistir a las reuniones sacramentales encontré una opción donde un hermano transmitía una clase con el estudio de la semana del Libro de Mormón y ese día desperté justo a la hora de la transmisión para escucharla, sólo tomé mi celular, puse la transmisión y volví a taparme con las cobijas, la verdad no recuerdo el tema de la lección, sólo recuerdo que en un punto se dijo que no importaba que tan obscuro era nuestro viernes, que la promesa era que el domingo llegará, comenzaron a rodar lágrimas por mis ojos y decidí levantarme, bañarme y continuar con mi vida, sentí un poco de esperanza, sentí un poco de paz.
Tiempo después algo volvió a detonar mi ansiedad al nivel de tirarme en el suelo, comencé a llorar y creía que todo lo que había progresado, se había ido por la coladera, era tal mi dolor en ese momento que sólo quería que alguien me escuchara y me ayudara y decidí hablar con alguien a quien siempre querré, él me recomendó que escuchara de nuevo este discurso, que no permitiera que esos viernes me derrumbaran, que tenía que dejar que eso que me lastimaba se fuera y al principió creí que no sería necesario escuchar el mensaje pero al final termine en la azotea de mi casa mirando el cielo y escuchando como Cristo pudo vencer ese doloroso viernes en el cual fue crucificado y fue muerto, y pudo vencer al mundo al resucitar un Domingo.
Me sentía muerta por dentro, lo sentí por meses, no recuerdo cuantas veces le pedí a Dios que ya no me permitiera sentir más dolor, le pedía que acabara con todo, no sabía cómo recuperar los pedazos rotos de mi corazón y volver a ser la de antes, no sabía cuando esa oscuridad en mi vida terminaría, pero sin duda el volver escuchar este mensaje calmo mis lágrimas, calmo el dolor de mi corazón y comprendí que debía seguir para que el domingo llegara a mi vida, sin duda tome muchas decisiones que hoy me han ayudado a estar más cerca de mi domingo, tuve que despedirme de aquello que me lastimaba, y fue muy difícil, tomarme mediante la ayuda de un amoroso Padre Celestial y comprender un poco más sobre la expiación de Cristo me está llevando a mi domingo, aún lo sigo buscando, aún sigo buscando y tomando fuerzas para levantarme, pero sin duda ya no estoy en un viernes oscuro de mi vida, el dolor poco a poco sana, la paz va llenando mi alma y la comprensión del porque pasan las cosas es mucho más clara.
Estoy tan agradecida de haber escuchado esa frase: “El domingo llegará” en dos momentos tan difíciles de mi vida, porque era como si el Padre me pidiera que no me diera por vencida, me prometía que todo terminaría y mi vida sería un gozo de nuevo, donde vería milagros y estoy segura de que ahora los veo.
Te invitamos a que también puedas leer este mensaje y puedas contarnos tu experiencia.
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